jueves, agosto 23, 2007

Este sí sería un Cambio (Por Javier Insulza)

Desde hace unos días se ha comenzado a especular con la posibilidad de que la Presidenta Bachelet haga un nuevo cambio de gabinete. Si bien este ha sido negado en el gobierno lo que importa, más allá de si se efectúa o no, es qué lleva a los medios a especular con dichos movimientos.

Es cierto que la prensa chilena buscaría hacer noticia con este cambio y los rumores le dan de que hablar, pero también lo es que “cuando el río suena, piedras trae”. A estas alturas las diferencias entre Velasco y Velasco nadie podría decir que son sólo rumores; de cualquier modo, no sería la primera vez dentro de los gobiernos concertacionistas que se de una disputa entre los Ministros políticos y los económicos. Todos los ministros de hacienda han tenido alguna serie de conflictos con sus pares y si Andrés Velasco no está seguro de esta afirmación, es cosa que le consulte a su “vecino” en Teatinos, Alejandro Foxley.

Así y todo, el tema de fondo que me trae a escribir esta columna no es las diferencias entre los economistas y los políticos, sino el explicar que este no sería un cambio de gabinete cualquiera, sino el final de un laaaaaargo cambio ministerial.

Algunos dirán que este sería el tercer cambio de ministros que haría Bachelet en menos de 18 meses; yo en realidad creo que esto es como en el futbol: cambiar sólo a un jugador no sirve, debes hacer varios cambios si quieres realizar un poderoso ajuste que te sirva para dar nuevos bríos al equipo.

Otros dirán que eso ya se hizo en Marzo. Pero la verdad es que más de uno no lo hemos considerado suficiente. Si bien no suelo estar de acuerdo con las posturas del Senador Adolfo Zaldivar, ni tampoco estuve de acuerdo con él cuando se opuso a más recursos para el Transantiago, creo que la posibilidad de que salga el Ministro de Hacienda es cada vez más real y esa si que sería una necesaria novedad.

Recién mencionaba las difíciles relaciones que han tenido todos los ministros de hacienda con sus pares políticos, pero aun no recuerdo de ninguno que haya llegado al grado de imponerse sobre estos. Normalmente la política rige sobre la economía y quien ejerce el cargo de Presidente termina, de una u otra forma, avalando a los políticos sin desautorizar de forma directa a quien manda en la Hacienda Pública, sin embargo, en el actual gobierno más parece que los economistas predominan sobre los políticos.

El caso Codelco es sólo el último, pero también uno de los más significativos. Cuando una Presidenta socialista que, además es considerada como menos cercana al neoliberalismo permite que sus subalternos dejen desamparados a trabajadores “por ser subcontratistas” dan bastante de que pensar. O ella ha ido cambiando su forma de mirar o ellos están haciendo lo que quieren. Como dudo que una doctora con gran formación como es la Presidenta Bachelet esté de acuerdo con dejar al desamparo a los subcontratistas de Codelco, creo que su Ministro de Hacienda no la está sabiendo interpretar y hace lo que le viene en gana, por tanto, la única solución a la vista sería que él renuncie o le pidan el cargo.

En resumen, para que este gobierno avance en sus materias se necesita un equipo afiatado y si ya se han hecho los cambios necesarios en el área política queda modificar a los ministros del área económica. Es cierto que sacar al Ministro de Hacienda anticipadamente es algo que nunca ha ocurrido en los gobiernos de la Concertación, pero también lo es que la necesidad de dar un vuelco de claro entendimiento y coordinación entre las dos áreas de gobierno es indispensable.
Cuando se han hecho cambios acertados en lo político, viene siendo hora de hacer los cambios restantes. Esto significa la necesidad no sólo de cambiar al Ministro de Hacienda, sino también de hacerlo con aquellos ministros que no han dado el ancho en un año y medio de mandato.
Es cierto que un cuarto cambio de gabinete en sólo año y medio de mandato puede ser mucho, pero también lo es que si la Concertación quiere seguir siendo un verdadero referente debe ordenarse aquello que no lo está.

Un Gobierno de Minorías (por Javier Insulza)

Por estos días en España está comenzando el debate electoral con miras a las elecciones generales de principios de 2008. Esta discusión ha estado marcada por los resultados de las recientes elecciones municipales celebradas a fines de Mayo en la Madre Patria y que amenazan con ser uno de los principales temas a tratar (junto con el terrorismo) en la campaña que se avecina.

A raíz de los recientes resultados en los que el Partido Popular, pese a ser vencedor con mayoría relativa, perdió muchos municipios y Comunidades autónomas, gracias a los pactos entre los partidos minoritarios, su Presidente y líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha anunciado que, de llegar al gobierno en las elecciones generales de 2008, promoverá un cambio en la ley electoral que rige a España desde 1976 y en la que reina el proporcionalismo por una en la que sólo pueda gobernar aquel partido que tenga más del 30% de los sufragios.

Más allá del oportunismo de Rajoy, quien tiene claro que esa es una ley que principalmente le beneficia a su partido, el motivo que me lleva a escribir este artículo es lo peligroso que puede ser el buscar leyes electorales a la medida de uno y las relaciones, a lo mejor poco visibles a simple vista, que esto tiene con el pasado reciente de nuestra historia democrática y, porque no decirlo, también con el presente.

La democracia esta hecha para que las mayorías gobiernen y en un lugar donde el que tiene el 30% (o incluso el 49%) pero que no consigue acuerdos para alcanzar el 50% más uno de la representación no puede gobernar o no debiese hacerlo, más aún si el resto (o parte de este) que sumado si alcanza la mayoría relativa se logra poner de acuerdo para llegar al poder.

La propuesta de Rajoy nos recuerda hechos tan poco democráticos o incluso de poca sustentabilidad como nuestra vigente ley binominal chilena o la antigua opción de gobernar luego de que el Senado aprobase entre las 2 primeras mayorías cuando ninguna había alcanzado ni siquiera el 40% de los votos.

El debate que intenta abrir el Partido Popular en España, al igual que la tozudez de la derecha chilena de no querer cambiar el sistema electoral de nuestro parlamento sólo dejan entre ver lo poco democráticas que siguen siendo las posiciones de derecha. Al parecer aún se afirman en los resguardos dictatoriales, en el caso chileno, o buscan en resquicios menores imponerse casi por la fuerza (en el caso español).

Lo que más importa de los dichos de Rajoy y de nuestra derecha chilena es su intención permanente de obtener cuotas de poder que realmente no les corresponden. Si ambos fueran transparentes los hispanos buscarían encontrar alianzas en lugar de resquicios para gobernar en minoría y los chilenos aprobarían una reforma a la ley electoral que permita a la actual izquierda extra parlamentaria entrar en el parlamento; mal que mal, representan a casi el 10% del electorado.

Pero lo más grave es que eso a ellos no les importa. Ambos prefieren mantener el poder que no les corresponde y decirse “legítimos” sin serlo. Por suerte (espero) en España aún reina la cordura y la ley que quiere imponer Rajoy de llegar al poder necesita una alta mayoría que le dificultará llevar adelante su propuesta.

Lamentablemente, a Chile la cordura aún no llega. No sólo la reforma al sistema binominal duerme a la espera de un acuerdo que no parece querer llegar, sino también otros tipos de participación política como el voto de los chilenos en el exterior siguen esperando a que algún día nuestra derecha sea realmente democrática y participativa.

martes, julio 17, 2007

Iberoamerica.com


"La Patria del hombre es el mundo, y si en mi consistiera borraría de todos los diccionarios la palabra 'extranjero". Justo Arosemena, abogado panameño, "padre de la nacionalidad".
Por estos días se lleva a cabo en Montevideo, Uruguay, la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y lo que en ella ocurra se sabrá en muy pocos minutos al otro lado del 'charco' (como hoy en día más de uno conoce al Océano Atlántico), al igual que en el resto de los países de la comunidad iberoamericana.
A fin de cuentas, una de las máximas del periodismo, la Proximidad, está quedando de lado. Hoy en día, gracias a las comunicaciones, uno se siente muy cerca de quienes están a miles de kilómetros de distancia y eso se traduce en una necesidad de saber lo que pasa en todo el mundo. Las distancias han dejado de ser una barrera gracias a las comunicaciones que han transformado las ganas de saber lo que ocurría muy lejos en una necesidad con reales posibilidades de llevarse a cabo.
He ahí donde Internet ha pasado a ser una herramienta indispensable para la unión de personas que tienen mucho en común. Desde hace unos años aquellos que tienen el mismo idioma y muchas similitudes en los valores y culturas están posibilitados de que las distancias dejen de ser un obstáculo. Hasta ahora lo que más los acercaba eran los teléfonos y los aviones, sin embargo, todo ello era considerado de alto costo, por lo que no podía ser considerado una herramienta de uso cien por ciento masivo; la llegada de 'la red', como también se le conoce a Internet, ha posibilitado que quienes se encuentran en Europa puedan vivir de cerca los hechos que se llevan acabo en Sudamérica, como es el caso de la mencionada Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Lo que antes era una novedad muy costosa hoy es una necesidad a bajo precio que nos hace sentir más unidos los unos con los otros. Ahora gracias a Internet se pueden mantener reuniones telefónicas a mínimo costo con personas que se ubican muy lejos.
Pero, ¿es sólo un tema de costo el beneficio de Internet? No. Lo sustancial de esta gran herramienta es la unión de personas en poco tiempo y que nos deja ad portas de unificar una cultura. La Red puede ser la forma que estaba faltándole a Iberoamérica para ser una sola estructura. La distancia entre Madrid y Montevideo ya no es un impedimento para que aquellos que se ubican en la capital hispana (o en cualquier otro lado del mundo) puedan no sólo saber, sino también opinar sobre lo que ocurre en la Cumbre Iberoamericana.
Ya es hora de que Internet y su máximo aprovechamiento sea utilizado por los gobiernos iberoamericanos para hacer un aporte a los ciudadanos de sus países. ¿Cómo? Muchas son las formas que me vienen a la cabeza, pero la más clara es aquella que habla de la educación y la cultura. Últimamente está muy 'a la moda' la educación a distancia. Diversas universidades imparten masters y diplomados a través de Internet; los mismos gobiernos han elaborado programas de enseñanza sobre Internet para sus ciudadanos, sin embargo, poco hay, o poco se ha difundido si es que existe, una herramienta interactiva común que nos haga sentir a todos los iberoamericanos como parte de un todo.
Así como en Madrid y Barcelona existe una Casa de América en la que se realizan actividades orientadas a la región, los gobiernos iberoamericanos podrían destinar recursos orientados a tener espacios comunes: una pagina web común y espacios en cada país que difundan, por ejemplo, actividades educativas, culturales, deportivas, acuerdos de cooperación, sería un primer gran paso con miras a sentirnos como parte de ese todo llamado Iberoamérica.
La propuesta esta orientada a involucrar a los ciudadanos de una forma más permanente con ese sentir iberoamericano. Con el uso de Internet las barreras oceánicas se rompen, la información fluye rápidamente y la factibilidad de llevar adelante esta propuesta de formar un sitio web que haga confluir a los iberoamericanos en un espacio común donde con un solo clic pueda a estar al tanto de actividades, beneficios, oportunidades e informaciones de cada uno de los 22 países que forman dicha comunidad es mucho más viable.
Los beneficios de esta propuesta serían casi incalculables. El más importante, de contar con una buena difusión, sería el de la integración plena los 365 días del año y no sólo cada vez que se desarrolla una cumbre presidencial. El segundo, tan importante como el primero, es la promoción constante y permanente de iberoamérica como un todo y no sólo como 22 'individualidades'.
De crear un sitio que cumpla estos y muchos otros objetivos, que podría ser conocido como iberoamerica.com, la anhelada integración regional, en todos los sentidos de dicha palabra, estaría varios pasos más cerca.
Por: Javier Insulza Merlet

¿Por quién votan las mujeres?: Investigando el Voto femenino en Chile


Lo que ustedes leerán a continuación es un extracto de una investigación que aún estoy realizando y que concluirá como mi tesis para optar al grado de doctor en Comunicación y Sociología. Actualmente el trabajo ha servido para presentar la primera fase que es conocida como DEA (Diploma de Estudios Avanzados) y que otorga el grado de investigador.


Lo primero que hay que decir es que el hecho de que en Chile las votaciones se realicen en colegios electorales separados comunalmente entre hombres y mujeres es la causante que hace posible este estudio, puesto que posibilita el analizar más detenidamente por quien votaron los varones o las damas de uno y otro municipio, por ende, de una u otra clase social. De este modo, es posible intentar dar respuesta a la pregunta ¿Por quién votan las mujeres?


Un elemento que empuja a realizar un trabajo de estas características es la elección de la primera Presidenta mujer en la historia de Chile, un hecho que contó con el voto de las mujeres en forma mayoritaria pero que nos presentó como duda si siempre las mujeres han votado por mujeres, más aún si se considera que la sociedad chilena ha sido históricamente considerada machista y las mujeres no han sido consideradas la excepción.

Se optó utilizar la variable de género para intentar determinar cómo hombres y mujeres fueron modificando sus opciones a favor de una u otra tienda política, en el transcurso de las elecciones de diputados registradas desde que en el país se reimplantara el sistema democrático, especialmente en las últimas elecciones con la irrupción de Bachelet como candidata.

Uno de los primeros puntos generales a considerar es que, desde la instauración del voto femenino en 1952 y hasta las parlamentarias de 1973, la izquierda nunca obtuvo más apoyo electoral femenino que masculino, dato que no ha sido modificado tras la reinstauración de la democracia en Chile, con el plebiscito de 1988 hasta las presidenciales y parlamentarias de 2005, siendo la única excepción la primera vuelta presidencial del año 2005 donde Bachelet obtuvo mas sufragios femeninos que masculinos. En aquella oportunidad, el 47% de las votantes apoyaron a la candidata oficialista, en desmedro del 45% de los hombres que sufragaron por la hoy presidenta; Cabe destacar que la participación electoral de las mujeres en dicha elección ascendió al 89% de las 4.312.240 inscritas, mientras que en el caso de los varones lo hizo el 82% de los 3.908.657 autorizados.

La apertura cultural de los chilenos en lo político, les permitió un cambio de estilo, porque aunque sea la misma coalición, el sólo hecho de tener a una mujer al mando de la nación, ya es en si una modificación importante y novedosa.

Si bien tras las elecciones parlamentarias de 2001 en Chile se respiraba un ambiente enrarecido que hacían presagiar que la Concertación dejaría de ser gobierno tras las presidenciales de 2005, los hechos ocurridos durante esos 4 años dieron una vuelta a la realidad nacional y la Concertación volvió a ser una opción para los chilenos. Tres son, a mi juicio, los puntos esenciales que ayudaron a este cambio de opinión de los chilenos:

a) La excelente evaluación del gobierno de Lagos;

b) Los problemas en la oposición;

c) El cambio en la mentalidad de la sociedad chilena que permitió que una mujer llegara a laPresidencia de la República.

Aunque ya hemos estudiado el voto femenino y su cambio, aún falta un análisis sobre el por qué de esas modificaciones; para ello es más que posible intentar observar los cambios socioeconómicos de la sociedad chilena y, por otro lado, comparar la situación de la mujer chilena antes y después de la dictadura. Otro acápite debiese intentar dilucidar desde que sectores se produjo el principal cambio de “último minuto” hacia la campaña de la actual Presidenta.

Por: Javier Insulza Merlet