viernes, enero 18, 2008

El Penúltimo Cambio de Gabinete

Cuatro son los puntos de análisis que nos deja el cambio de gabinete realizado por la Presidenta Michelle Bachelet en Chile, el martes 8 de enero. a) El primero es la reducción al “mínimo común denominador” del grupo Expansiva; b) El segundo es la entrada de “pesos pesados”, políticamente hablando; c) El tercero es la “marcación personal” que busca hacerse a los colorines y Chile Primero; y d) el cuarto es la certeza de que aún le queda un cambio de gabinete (como mínimo por realizar) a Michelle Bachelet. Vamos por puntos.

a) El mínimo común denominador. Si bien el grupo Expansiva, liderado por Andrés Velasco comenzó el gobierno con 6 o 7 ministros, hoy, al cumplirse la mitad del período presidencial el grupo queda reducido sólo al mismo Velasco quien, sin embargo, sigue sosteniendo importante poder por las funciones que le son delegadas. Es claro que el Ministro de Hacienda suele ser un hombre muy poderoso en Chile.

De cualquier modo, la salida de sus hombres y mujeres de confianza dejan a un Velasco debilitado y a su tecnocrático grupo muy cuestionado por la forma en que toman decisiones.

Queda también la sensación de que Velasco no salió sólo por lo que significaría que fuese el primer Ministro de Hacienda de la Concertación que sale anticipadamente por mal manejo (Aninat se fue dos meses antes del fin del gobierno de Frei pero porque tenía una oferta de cargo internacional y cuando ya el gobierno se estaba despidiendo). Queda la duda de si lo podría sacar: Claro que si. Nadie se opondría a su salida y a que su puesto lo ocupase Mario Marcel…el mismo que debió haber asumido desde el principio.

b) Los “pesos Pesados”. La entrada de Pérez Yoma y Bitar y, en menor medida de Lavados y Hornkol demuestran que este cambio de gabinete podría llamarse el “Cambio de la experiencia política”; la entrada de los nombrados lejos de darle al gabinete un aire nuevo, le da uno de tranquilidad por la seguridad de que quienes entran no son recién llegados a la política y saben hacer su labor. En resumen, políticos con experiencia que llegan a ordenar el tema político: precisamente lo que le falta a este gobierno pues en los temas sectoriales (exceptuando el Transantiago) las cosas andan bastante bien.

La entrada de Pérez Yoma no sólo busca poner a alguien cercano a Alvear, sino alguien que pueda interlocutor con los sectores DC y sobre llevar las relaciones con los partidos políticos de cara a las elecciones municipales y, posteriormente, presidencial y parlamentaria.
Bitar entra con el claro objetivo de tranquilizar las cosas en Obras Públicas (desde donde han salido las principales críticas a Lagos y busca dar una señal al “Laguismo” de tranquilidad y normalizar (aún más) dichas relaciones con un político de peso y confianza del líder natural del PPD.

Lavados fue el último director de Prochile de Lagos y su labor en el área exportadora fue bien evaluada, por lo que es una carta, a priori, segura en Economía; su segundo rol será el de vigilar, presionar y contener al siempre tecnocrático Andrés Velasco.

Hornkhol podría ser el más extraño de los nombramientos de Bachelet. Nadie se imaginaba que la podrían instalar en Agricultura pero su nombramiento tiene un objetivo claro. Tras la salida de lso diputados colorines en la misma mañana del día del cambio de gabinete, la entrada de Hornkol tiene una clara explicación: el marcaje directo a la diputada más potente de los colorines, Alejandra Sepúlveda, quien fue electa por un sector eminentemente agrícola.

c) “Marcaje personal” a Colorínes y Floristas. Tal como lo decíamos en el párrafo superior con el ejemplo Hornkol, queda claro que la lucha del gobierno apunta los dardos a dos sectores: Colorines y Chile Primero. La lucha entre el PPD y Chile Primero y la DC versus ex DC será a muerte en las elecciones venideras y, por tanto, los cambios están hechos pensando en fortalecer a los leales a la Concertación con miras a dichas batallas.

d) El cambio que falta. La no salida de Yasna Provoste en Educación y de Laura Albornoz en Sernam dejan la sensación de que post elecciones municipales habrá un último cambio de gabinete. La casi certeza de que la Ministra de Educación será candidata a Senadora por la Tercera Región y las dudas de las lealtades de la Ministra de la Mujer (con Colorines o Alvearistas) dejan claro que este no será el único cambio del “Segundo tiempo” del gobierno.
Eso si, la no salida de Provoste deja claro que Lagos Weber renunció porque sentía que seguir en el gobierno lo hacían pagar costos a él y a su padre, no porque, como se dijo, cumplía con salir para ser candidato. El Laguismo optó por poner al mas bacheletista de los laguistas: Francisco Vidal, quien podrá hacer (y ya lo está haciendo) mucho más puente entre el Laguismo y la actual presidenta.Ahora, por último, tras el cambio de Intendentes y el de Gabinete, queda conocer los cambios en Subsecretarías y Gobernaciones para saber como sigue rearmándose el gobierno en forma política con miras al “Segundo Tiempo”, ese en el que se juega el todo o nada en las elecciones municipales, parlamentarias y presidencial.

La conclusión de todo esto es que ahora si queda la sensación de que la Presidenta se tomo en serio su rol político y puso a gente seria y experta para el verdadero partido, esperemos que no lleguen muy fríos y rindan lo necesario.

A Pinochet nadie lo quiere borrar, sólo ponerlo en su sitio

A propósito del primer aniversario de la muerte de Augusto Pinochet, su hijo Marco Antonio ha dicho que “nadie podrá borrar a su padre de la historia de Chile”. Me declaro totalmente de acuerdo con esa fracción de la idea planteada por el hijo menor del dictador.

No cabe duda que Pinochet ocupará un espacio en los libros de historia de Chile, la pregunta es ¿cuál es el espacio que debe llenar: a) el de “Salvador de la Patria, símil de O´higgins” que se quería auto imponer; o, b) el del cruel dictador que ordenó asesinar a miles de chilenos, se robó el dinero de otros tantos y que cuando se vio acorralado se hizo pasar por loco, siendo que las locuras las cometió “estando cuerdo”?

Estoy cierto que ninguno de los familiares de los Detenidos Desaparecidos, de los Ejecutados Políticos, los exiliados y tantos otros chilenos perjudicados por la “mano de hierro” de Pinochet (lamentablemente)no lo olvidaremos, pero tampoco seremos quienes lo consideren padre de la patria… de estos últimos, día a día hay menos.

Aquellos que aun lo justificaban siendo un asesino consideraron, en gran parte, que los diversos casos de apropiación indebida de dinero no era digna de su líder y dejaron de adorarlo. Por el motivo que sea, pero hoy en día la cantidad de chilenos que considera un héroe a Pinochet es mínima, más aún si se compara con el 44% de compatriotas que el 5 de octubre de 1988 apoyaban la extensión de su mandato.

Pero, más allá de cuántos lo veneran y cuántos lo consideramos un delincuente, lo importante es que en efecto Pinochet marca una etapa en la historia de Chile y que su huella es indeleble, sin embargo, a diferencia de lo que opina su hijo y su familia, la mayoría consideramos que el “aporte” de Pinochet a Chile fue escasísimo en si mismo y su insuficiencia crece si se le compara con los delitos, agravios, maltratos, robos, asesinatos y tantos otros términos con los que podemos relacionar al fallecido General.

A pesar de lo que el desee, es un hecho que su figura tendrá un párrafo en la historia que difícilmente hablará de su “aporte para exterminar el marxismo”, o de su visión de futuro económico; la verdad sea dicha, el resumen de una línea con el se mencionará a Pinochet en los libros de historia será:

“General Chileno que derrocó al Presidente Allende en un Golpe de Estado y que será recordado por las múltiples violaciones a los Derechos Humanos que lo hicieron ser reconocido como uno de los dictadores más crueles de América Latina entre 1970 y 1990. A esos crímenes se le sumaron al final de su vida múltiples juicios por delitos económicos presuntamente cometidos por él y sus cercanos que lo llevaron a ser procesado. Lamentablemente falleció antes de que los juicios, tanto de lesa humanidad como económicos finalizaran, por lo que fue imposible saber la condena que le debió haber sido impuesta”.